Internet de las cosas, la revolución de nuestro entorno

Mucho se ha hablado últimamente sobre el ¨Internet de las cosas¨ o Iot por sus siglas en inglés (internet of things). En muchas ponencias a las que he asistido, y en conversaciones con colegas ha surgido este famoso tema sobre la revolución tecnológica que vendrá con el Internet de las cosas. Para empresas y usuarios esto significará un salto tecnológico importante, Pero antes de que nos formemos una opinión, entremos un poco más en detalle sobre qué es en realidad el Internet de las cosas.

Se entiende por internet de las cosas como; el escenario en donde objetos inteligentes ya sean: wearables, electrodomésticos, coches, ropa e incluso animales y personas están conectados a internet. Sin importar el tamaño o el tipo de elemento, si es que un dispositivo se puede conectar a una red; genera una interacción de datos, porque cada objeto tiene incorporado un UID (Unique Identifier) o identificador único, que es un código alfanumérico que lo reconoce específicamente. Ahora bien, toda esta información se almacena en un sistema de base de datos, al cual se puede acceder para un posterior análisis. Además estos objetos al estar conectados a una red de WIFI por ejemplo, se conectan con una IP distintiva la cual se guarda en la base de datos de un servidor, y esta es otra métrica a tener en cuenta, ya vemos que casi todo lo que hacemos en este mundo hiperconectado deja una huella digital o ¨digital print¨ que puede luego ser analizada para generar un modelo predictivo de comportamiento, pero esto pertenece al mundo del ¨Big Data¨ al cual nos referiremos en futuros artículos.

 

Internet de las cosas, microchip

Microchip de dispositivo, foto sacada de fortune.com

 

¿Cómo se originó el Internet de las cosas?

El término Internet de las cosas o internet de los objetos como también se le conoce, fue acuñado en el famoso MIT (Massachusetts Institute of Technology), específicamente en el Auto ID Center en 1999. Este concepto no es nuevo, pero como suele suceder con las nuevas tecnologías, son desarrolladas en el mundo científico o militar y no tienen un uso para el mercado hasta que algún visionario las utiliza con otro enfoque y las masifica.

Los objetos inteligentes están cada día más presente en nuestras vidas, son muy pocas las personas que aún no tienen un smartphone o una tablet. Hace ya más de 10 años, las neveras inteligentes ordenaban huevos o leche al supermercado cuando se les estaban por acabar, las consolas de mando de una industria enviaban un mail al técnico cuando necesitaban mantenimiento, los coches contaban con un GPS incorporado con las coordenadas y rutas a seguir, a nuestras mascotas se les insertaba un chip con GPS en para saber dónde se encuentran. Todos estos son ejemplos de Internet de las cosas, sólo que no se le conocían con este nombre.

 

Los Wearables y el Internet de las cosas

Hoy en día se utiliza el concepto de “wearables” que se puede traducir como¨llevables¨ y sin ir más lejos una definición de estos serian: todos los dispositivos tecnológicos que llevamos en nuestro cuerpo para realizar una función específica, que cuentan con un microprocesador e interactúan con nosotros de forma digital, arrojando datos específicos de nuestro interés y con conexión a internet. Pero vosotros podríais pensar ¨esto no es nada nuevo yo tengo un ordenador portátil en casa y no le llamo Wearable¨ la verdad es que los televisores smart y tablets no entran dentro de la categoría de wearables, porque el usuario no los lleva en su cuerpo y los percibe como extraños, osea no son llevables.  Los primeros Wearables que se lanzaron al mercado fueron las zapatillas Nike+. Este modelo de zapatillas fue diseñado para corredores, ya que se sincronizaba con el Ipod del usuario entregando datos en tiempo real de su performance e incluso les daban la opción de publicar su desempeño deportivo en redes sociales.

Algunos ejemplos de wearables son:

  • Relojes smart
  • Relojes Ipod
  • Gafas inteligentes
  • Sujetador con sensor cardíaco
  • Prendas inteligentes
  • Cámara Go Pro

 

Wearables que interactúan con redes sociales, foto sacada de engadget.com

Un planeta inteligente

Aunque parezca salido de una película de ciencia ficción, el mundo en que vivimos se está tornando cada vez más conectado. En este escenario en donde las personas llevan wearables para la vida diaria, todo lo que hagamos o nos pase quedará registrado en la red.

El internet de las cosas está realizando grandes avances en el campo de la medicina, especialmente en la monitorización en tiempo real de pacientes con afecciones cardíacas o en riesgo vital. Nanofibras en prendas que puedan medir la temperatura corporal o cambios de estado en los pacientes en observación, esto supondrá una gran diferencia en el tiempo de respuesta frente a una emergencia. Para personas que sufran de diabetes, se ha desarrollado  un dispositivo que se coloca en la piel del paciente, este dispositivo tiene un sensor que mide la cantidad de glucosa en la sangre e inyecta la cantidad de insulina exacta al paciente. Luego enviaría un reporte con datos específicos sobre la salud del paciente a los médicos.

Hace poco tiempo leí un articulo sobre una chaqueta que refleja los cambios de ánimo de la persona que la lleva, esta chaqueta está conectada a Internet y tiene semiconductores que permiten proyectar vídeos sobre su manga.

INTERNET DE LAS COSAS

Chaqueta Blu ¨Lunar Design¨ foto sacada de Techfresh.net

Nuestro hogar conectado 24/7

El lugar más fértil en donde prolifera el Internet de las cosas, es en nuestro hogar. Sin que nos demos cuenta nuestras casas se van tornando en un hub de conectividad, y no hablo solamente del WIFI o de las televisiones smart, hablo de que en algunos años más, nuestras casas tendrán muchos aparatos conectados a Internet  arrojando datos sobre la manera en que vivimos. Una casa inteligente supone más comodidad en nuestras vidas; imagina cuando estáis yendo a casa de noche y antes de llegar poder encender las luces por medio de tu smartphone, o que recibas un mensaje a un dispositivo de tu elección cuando las plantas necesiten agua o fertilizante. Imagina un cepillo de dientes que te avise de la presencia de caries o problemas con tus dientes, un inodoro que analice tu orina y te aconseje sobre tu dieta o un tenedor que te ayude a medir la velocidad con la que comes para que tengas una mejor digestión. Como ya vemos, las aplicaciones de esta tecnología en el hogar son ilimitadas, pero luego surge la pregunta… ¿Queremos estar tan interconectados?

 

 

Internet de las cosas, casa inteligente

Foto sacada de buyersask.com

 

Internet de las cosas un ¨ Mr Jeckill y Mr Hyde¨digital

Ya hemos hablado de los mucho beneficios que supondría esta revolución tecnológica del internet de las cosas, pero como toda cara de la moneda, ahora hablemos de los riesgos que supondría estar todo el tiempo conectado a Internet.

La seguridad de nuestros datos en la red es un tema sensible, mucha gente prefiere ni siquiera pensar en ello, ahora bien, si tenemos problemas para eliminar nuestro perfil de Facebook o nos preocupa que los grandes monstruos de Internet sepan lo que hacemos por nuestras cuentas de correo electrónico o que tengan acceso a nuestras cookies, imaginemos por un segundo el control que tendrán sobre nosotros una vez que puedan tener los datos en tiempo real sobre el funcionamiento de nuestros cuerpos, o datos específicos sobre nuestros hogares, o peor aún sobre nuestros hijos.

Cada día se generan millones de Gigabytes en Data, esta información para muchos pasa desapercibida, pero las grandes empresas llevan trabajando en modelos de interpretación de esos datos por años. Si la tendencia es a que llevemos en nuestro cuerpo cada vez más dispositivos rastreables, en que minuto dejarán de recibir información sobre nosotros, hasta que punto queremos que las corporaciones tengan información sobre nuestras vidas. Incluso si una persona está inactiva eso no significa que deje de generar datos, las compañías pueden saber a ciencia cierta cuántas horas dormimos por noche, que vemos en televisión antes de dormir o qué cosas vemos en nuestro smartphone cuando estamos en el baño. Como dice el viejo adagio ¨el conocimiento es poder¨ ergo, ¨el conocimiento absoluto es poder absoluto¨.

El Internet de las cosas llegó para cambiar las reglas del juego, el proceso ya se ha iniciado y dependerá de nosotros el nivel de nuestro envolvimiento.

 

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